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Artículos de investigación

Una nueva forma de enseñar vocabulario: lograr que los estudiantes deduzcan el significado a partir de imágenes

Publicado el 13/07/2023

Esta publicación es una traducción de un escrito de la periodista especialista en educación y ciencia de la lectura Natalie Wexler publicado por Forbes.com el 5 de marzo de 2023. Agradecemos su generosidad por permitirnos difundir sus interesantes artículos. Natalie difunde sus conocimientos en su página Minding the Gap.

 

Nota inicial de la autora: La investigación sugiere que las imágenes pueden ayudar a los alumnos a adquirir vocabulario más rápidamente que los métodos habituales.

El vocabulario es crucial para la comprensión lectora, pero puede ser difícil de enseñar, sobre todo si las palabras son abstractas. Un nuevo y prometedor método utiliza imágenes que ayudan a los alumnos a deducir el significado de una palabra.

Lo habitual en la enseñanza de vocabulario es dar a los alumnos definiciones verbales para que las memoricen. Pero para muchos niños, esas definiciones son difíciles de entender. Y no suelen transmitir adecuadamente todos los matices que contienen muchas palabras. Esto es especialmente cierto en el caso de palabras y conceptos abstractos, como juicioso y prominente.

Los alumnos que adquieren vocabulario de ese tipo suelen ser lectores ávidos que se encuentran conceptos así de complejos repetidamente en contextos diversos. A medida que esos alumnos adquieren más y más vocabulario, su comprensión lectora sigue aumentando. Pero los niños que no son ávidos lectores suelen quedar atrapados en un círculo vicioso: evitan leer porque carecen del vocabulario que facilita la lectura, lo que a su vez significa que es improbable que adquieran ese mismo vocabulario.

Algo que puede ayudar es que un profesor lea en voz alta a los alumnos, utilizando textos complejos agrupados en torno a un tema concreto. Así, los alumnos tienen la oportunidad de oír repetidamente el mismo vocabulario nuevo y construir conocimientos sobre un tópico específico.

Las técnicas de enseñanza no verbales también pueden ser beneficiosas, sobre todo para palabras con significados abstractos. Hace varios años, mientras observaba una clase de segundo de primaria que utilizaba un plan de estudios inusualmente sofisticado, vi cómo el profesor ideaba formas innovadoras de facilitar vocabulario nuevo a los alumnos, quienes en su mayoría procedían de familias no anglófonas.

Cuando el grupo curso estaba aprendiendo sobre la batalla de las Termópilas entre la Antigua Grecia y los persas, la profesora juntó pupitres y sillas para crear un paso estrecho -como aquel en el que los griegos atraparon a los persas- e hizo que los niños lo atravesaran en fila. Cuando aprendían budismo, la profesora ideó un gesto -una mano que se levanta y se aleja de la frente- para transmitir el significado de la palabra iluminación, que describió como “una mayor comprensión de la vida”.

La investigación sugiere ahora que puede ser incluso más eficaz mostrar a los alumnos una serie de imágenes, cada una de las cuales debería tener alguna relación con una palabra, y hacer que intenten inferir el significado de la palabra considerando qué tienen en común las imágenes.

Inspirado por una alumna de octavo grado

A las especialistas en patologías del lenguaje Beth Lawrence y Deena Seifert se les ocurrió ese método hace años, después de que Lawrence trabajara con una alumna de octavo grado a la que llamaré Sara. Según Lawrence, Sara tenía habilidades no verbales de “nivel de genio”, pero tenía dificultades con el lenguaje.

Lawrence recuerda que su avance se produjo tras una “sesión especialmente abrumadora” con Sara, en la que dedicaron mucho tiempo al significado de la palabra prominente. Después, dice Lawrence, Sara “me informó con mucha seguridad de que prominente significaba ‘corto’”.

Lawrence se dio cuenta de que había estado intentando utilizar el lenguaje para transmitir el significado de las palabras a una alumna que tenía dificultades con el lenguaje. ¿Y si intentaba utilizar imágenes? Al fin y al cabo, así es como los niños pequeños adquieren de forma natural las palabras para objetos concretos: observando las características de varios ejemplares de la familia de los caninos para llegar al significado de perro; después, probablemente sobre generalizando al decir perro cuando ven cualquier animal de cuatro patas; luego, siendo corregidos por un cuidador que dice algo como: “No, eso es una vaca”; y, finalmente, comprendiendo la categoría de animal, junto con sus subcategorías como perro y vaca, así como las de animal de compañía y animal de granja. Entonces, tal vez había una forma de acelerar ese proceso.

Lawrence encontró cuatro fotos que transmitían distintos aspectos de la palabra prominente: una puerta adornada delante de una mansión; un árbol alto de hoja perenne rodeado de árboles más bajos y frondosos cuyas hojas se estaban volviendo naranjas; una mujer de negocios de pie en primer plano, con los brazos cruzados, flanqueada por lo que parecen ser empleados que la admiran; y un primer plano de un par de ojos verdes intensos en una foto en blanco y negro.

Lawrence tenía preparados los pies de foto que acompañarían a las imágenes. Pero a los seis segundos, recuerda Lawrence, Sara dijo: “Oh, prominente significa sobresalir de alguna manera”. También pudo darle otros dos ejemplos de la palabra.

Codificación dual y razonamiento semántico

El uso de imágenes para enseñar vocabulario aprovecha un concepto de la ciencia cognitiva denominado codificación dual. La teoría es que la información visual y la verbal se procesan a través de canales mentales diferentes, y que recibir información a través de ambos canales al mismo tiempo refuerza el significado de una palabra y aumenta las posibilidades de que se recuerde.

Además, pedir a los alumnos que averigüen por sí mismos la definición de una palabra, basándose en un conjunto de imágenes cuidadosamente seleccionadas, puede ser más eficaz que limitarse a darles la definición. Lawrence y Seifert acuñaron el término “razonamiento semántico” para describir este proceso.

El método consiste en mostrar primero -y leer en voz alta- una palabra específica del vocabulario, sin dar su definición. El alumno ve simultáneamente un conjunto de imágenes que ilustran distintos aspectos de la palabra, como hizo Sara, aunque ahora el número de imágenes es de seis en lugar de cuatro.

Después de ver las imágenes, el alumno puede ver, o escuchar la lectura en voz alta, una descripción que acompaña a cada una de ellas. Estas leyendas no son definiciones, sino que utilizan sinónimos y un lenguaje directo para evocar distintos matices del significado de una palabra. Si la palabra es prominente, el pie de foto del árbol alto de hoja perenne rodeado de tupidos naranjos podría decir: “Ese árbol sí que destaca en comparación con los demás”.

A continuación, el docente puede liderar una discusión sobre lo que tienen en común las seis imágenes y los pies de foto, guiando a los alumnos para que deduzcan el significado de la palabra objetivo. Sólo entonces se revela una definición accesible de la palabra para los alumnos, tras lo cual éstos pueden discutir hasta qué punto se ajusta a la definición que han sugerido.

Un conjunto preparado de palabras, imágenes y pies de foto

Los profesores pueden imitar este método por su cuenta, buscando en Internet imágenes adecuadas, pero esto puede resultar difícil y significar mucho tiempo. Otra posibilidad es utilizar un programa web llamado InferCabulary, que Lawrence y Seifert desarrollaron en respuesta al interés de los profesores. Ofrece un banco ya preparado de palabras e imágenes asociadas y ahora está disponible a través de una empresa llamada Really Great Reading.

Los profesores pueden buscar palabras específicas en InferCabulary, pero también pueden buscar libros de uso frecuente -como El dador de recuerdos- y obtener sugerencias de palabras. Los alumnos pueden utilizar el programa por su cuenta o los docentes pueden usarlo como parte de una enseñanza explícita.

El año pasado (2021), investigadores de la Universidad de Virginia publicaron los resultados de un estudio cuasiexperimental del método que analizó una muestra de 656 alumnos de quinto grado. Descubrieron efectos positivos, en comparación con la enseñanza estándar de vocabulario, cuando los alumnos utilizaban el programa de forma independiente. Un estudio anterior, más pequeño, halló efectos positivos cuando el método formaba parte de la enseñanza directa de un profesor. Esta investigación es prometedora, y sería bueno tener más estudios similares.

Lawrence afirma que InferCabulary -como cualquier tipo de enseñanza de vocabulario- será más eficaz cuando refuerce el mismo vocabulario que se use en los libros de texto que formen parte de un plan de estudios coherente y rico en contenidos. Los alumnos necesitan encontrar palabras en contextos significativos para poder comprenderlas y recordarlas. Las imágenes pueden ser un poderoso complemento de la enseñanza que algunos alumnos -quizá muchos- necesitarán, pero es improbable que puedan sustituir del todo el beneficio de sumergirse en textos ricos y complejos.

Esta publicación apareció originalmente en Forbes.com y puedes encontrarlo en inglés aquí.

Seminarios

Natalie Wexler presentará en researchED 2023 el 21 de octubre.

Recursos complementarios

Curso online, gratuito y a tu propio ritmo. Ciencia de la lectura: ¿cómo aprenden los niños a leer?

Después del recreo #6 – Ciencia de la lectura ¿Cómo enseñar a leer para una mejor fluidez y comprensión?

 

Nombre del recurso: Artículos de investigación
  • Fecha de publicación:13/07/2023

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