El desafío de las dificultades de aprendizaje: ¿Conoces el modelo de Respuesta a la Intervención (RTI)?
Tiempo de lectura 15 minutos
Publicado el 30/06/2025
Una de las principales inquietudes de los docentes hoy es cómo abordar la diversidad de conocimientos, habilidades e intereses que presentan los estudiantes dentro de una misma sala de clases. Surgen muchas preguntas (y no pocas discusiones): ¿es posible personalizar la enseñanza en un contexto escolar real? ¿Cuánto se puede adaptar sin sobrecargar a los docentes? ¿Cómo asegurar que todos los estudiantes realmente aprendan?
En este escenario, ha cobrado fuerza un enfoque que puede ser clave para enfrentar estos desafíos de forma realista y efectiva: el modelo de Respuesta a la Intervención (RTI, por su sigla en inglés). Este modelo, ampliamente discutido en contextos educativos internacionales, se ha posicionado como una alternativa basada en evidencia que permite actuar tempranamente frente a las dificultades de aprendizaje, sin esperar a que estas se agraven.
RTI se define como un modelo de enseñanza preventivo y multinivel (Preston et al., 2016) que propone monitorear de manera sistemática el aprendizaje y comportamiento de todos los estudiantes, ajustando los apoyos según su nivel de necesidad (McInerney y Elledge, 2013):
Nivel 1: Enseñanza de alta calidad para todo el grupo, con metodologías validadas por evidencia científica.
Nivel 2: Intervenciones en grupos pequeños para quienes requieren apoyo adicional, con mayor intensidad.
Nivel 3: Apoyos individualizados y especializados para estudiantes que no han respondido a los niveles anteriores, por ejemplo, incluyendo la participación del equipo PIE y la elaboración de un PACI.
Este enfoque no solo promueve una educación más justa desde el inicio, sino que también permite detectar oportunamente a quienes presentan mayores dificultades, entregándoles los apoyos necesarios sin demoras ni estigmatización.
En Aptus creemos que RTI es una opción concreta y sostenible para lograr que todos los estudiantes aprendan, especialmente en contextos grupales como los que predominan en las escuelas del país. En lugar de exigir una personalización total –algo poco realista considerando los tiempos y recursos disponibles–, propone un sistema escalonado, responsable y eficaz que permite atender la diversidad sin sobrecargar al profesorado.
Además, este modelo refuerza la idea de que los apoyos no deben ser permanentes por defecto. La mayoría de los estudiantes podría requerir algún tipo de intervención de Nivel 2 o 3 en distintos momentos de su trayectoria escolar, pero eso no significa que necesiten acompañamiento constante. Evaluar cuándo iniciar y también cuándo retirar los apoyos es clave para una implementación justa y eficiente.
Para avanzar en esta línea, es fundamental que los equipos escolares fortalezcan su capacidad de evaluar continuamente el progreso de los estudiantes y diseñen estrategias inclusivas que funcionen en contextos reales. Desde Aptus, ofrecemos dos cursos que apoyan directamente esta mirada:
Dirigido a: Equipo directivo, líderes pedagógicos y docentes. Objetivo: Aplicar estrategias de evaluación formativa que permitan monitorear el aprendizaje de todos los estudiantes en base a evidencia, ajustando la enseñanza para mejorar los resultados.
Dirigido a: Equipo directivo, líderes pedagógicos, equipo PIE y docentes de básica y media. Objetivo: Fortalecer las competencias pedagógicas para diseñar estrategias inclusivas y efectivas que respondan a las necesidades específicas de estudiantes con TEA y TDAH.
Estos cursos no solo entregan herramientas prácticas, sino que permiten implementar un enfoque pedagógico más equitativo, basado en datos y centrado en lo que realmente necesitan los estudiantes para aprender. Porque cuando ajustamos nuestra enseñanza con propósito y evidencia, todos ganan: los estudiantes, los docentes y la escuela completa.
Fuentes bibliográficas
Preton, A., Wood, C. Stecker, P. (2016) Response to Intervention: Where It Came From and Where It’s Going. Preventing School Failure:, 60(3), 173–18
McInerney, C. & Elledge, A. ( 2013). Using a Reponse to Intervention Framework to improve Student Learning. A pocket guide for State and District Leaders. AIR
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